Platón tenía razón: la belleza se encuentra en el ojo del que mira. Por lo tanto, hemos de salir a la calle con navajas y dejar ciegos a quienes nos observen. Quizás, de esta manera, encontremos la verdad que se esconde tras la fealdad de los santos. Entonces, los falsos artistas que usan su aspecto, se caerán de los escenarios porque dejarán de ver, y el arte cobrará un nuevo significado. ¡No os dejéis engañar por la presuntuosidad de los rostros atractivos! ¡No permitáis que los Santos os manipulen! El arte ha de ser renovado por la fuerza. Y ahora, os dejo un poema:
«Vete ese de BTS,
es el mejor videoclip».
El arma hizo «click»:
«¡Hija de puta, ¿en serio me estás recomendando un tema de BTS, a mí, que me gustan Los Chichos y Ketama? Pues, joder, me encanta. Recomiéndame otro, por favor».
Pero está muerta.
¡Ay! Qué dolor el mío.
Sólo hay tristeza,
por suerte, soy fan de Nekromantik.
Fin.
«Vete ese de BTS,
es el mejor videoclip».
El arma hizo «click»:
«¡Hija de puta, ¿en serio me estás recomendando un tema de BTS, a mí, que me gustan Los Chichos y Ketama? Pues, joder, me encanta. Recomiéndame otro, por favor».
Pero está muerta.
¡Ay! Qué dolor el mío.
Sólo hay tristeza,
por suerte, soy fan de Nekromantik.
Fin.

